viernes, 11 de octubre de 2024

ATE vs. INAP

Enviada el 11/10/2024

Sr. Director 

Recientemente se ha desatado un conflicto gremial con ATE por la decisión del Gobierno de examinar a todos los funcionarios de planta transitoria y contratados para renovarles el contrato.
Al respecto creo importante destacar que en la Administración Pública Nacional no se capacita el que no quiere. En efecto, el Instituto Nacional de la Administración Pública, INAP, tiene una oferta de más de 360 cursos de excelente nivel en una plataforma online (capacitación.inap.gob.ar) de los más variados temas que hacen a la gestión de los distintos organismos y al rendimiento personal en el trabajo. Permiten ser realizados tanto desde el mismo puesto de trabajo como en las computadoras personales de los agentes según las disponibilidades horarias de los cursantes. ¿Todos los funcionarios pueden realizarlos? Sí, pero la realidad es que no todos se toman el trabajo de hacerlos e incluso en cada organismo siempre habrá un núcleo de funcionarios que nunca hicieron un solo curso. Imagino que serán estos los que en su mayoría conformarán la oposición al examen que propone el gobierno porque de alguna forma los resultados revelarán sus incapacidades. Durante muchos años me desempeñé con nexo entre el organismo en el que trabajaba y el INAP y ya jubilado puedo afirmar que este instituto es una herramienta de excelencia para todos los funcionarios que busquen perfeccionarse.
Saludos, 
Lic. José María Condomí Alcorta​ 
DNI 8550842 / jmcondomialcorta@gmail.com

domingo, 2 de junio de 2024

Entre el ideario libertario y el pragmatismo.

Enviada el 2/06/2024

Sr. Director,

Dos “ismos” parecieran enfrentarse en el ideario del presidente Milei. En primer lugar, el dogmatismo liberal-libertario que en su versión más extrema reduce el Estado a un mínimo o directamente lo elimina depositando todo en la auto gestión de los mercados y luego, o mejor dicho más recientemente, el pragmatismo que defiende que al valor de una idea, teoría o solución debe medírsela por su utilidad para resolver problemas y mejorar las experiencias del mundo real.

Esta dicotomía debería resolverse mediante la atenta lectura del Preámbulo de la Constitución Nacional en la “los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes” e “invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina”.

Los motivos fundacionales que mencionan los constituyentes son: “con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”.   

Asimismo, menciona con claridad los destinatarios del Estado que se propone constituir: “para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

Algunos tropiezos en la gestión administrativa y legislativa parecieran aconsejar que el gobierno debería prestarle más atención y darle más peso al pragmatismo en la toma de decisiones manteniendo las políticas estratégicas y de largo plazo al ideario liberal-libertario siempre que se respete a raja cincha los mandatos fundacionales de nuestra Constitución Nacional. 

A​tentamente,