miércoles, 26 de septiembre de 2007

Tcnl Walter Rom

Buenos aires, 26 de septiembre de 2007.

Señor Director:

El 20 de septiembre pasado La Nación publicaba una nota referida a la brutal y gratuita agresión que sufriera el Teniente Coronel Walter Rom por parte de un grupo de manifestantes que reclamaban la aparición “con vida” de Jorge Julio López. Por toda respuesta el gobierno, desde el Ministerio de Defensa, emitió un correcto y formal comunicado. Una semana después el tema ya ha desaparecido de los medios y no he leído, escuchado o visto declaraciones condenando los hechos del Sr. Presidente, de la primera dama, de sus ministros, de los políticos de los principales partidos políticos, de las madres o abuelas de Plaza de Mayo, de Moyano, Castells, Bonasso, Vervinsky o tantos otros que se rasgan las vestiduras por los derechos humanos. Me pregunto que hubiera pasado si el agresor hubiera sido el Tcnl Walter Rom o si este, temiendo por su vida, hubiera respondido en uso de su legítimo derecho de defensa. Seguramente el tema aún sería noticia principal, el estado médico del agredido seguido en detalle y los escraches, marchas, piquetes y condenas públicas cosa de todos los días. Vale entonces preguntar, ¿Qué ha sido de la salud de Rom? ¿Qué acciones policiales y/o judiciales se han iniciado? ¿Qué acciones políticas se estudian para que ese tipo de sucesos no se vuelvan a repetir? Pareciera que en esta Argentina la vida de unos vale menos que la de otros y que ciertas organizaciones “sociales” que apelan a la violencia como forma de expresarse gozan de impunidad.


José María Condomí Alcorta

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