Publicada como "Carta de la Semana" el Domingo 3 de enero de 2016.
Enviada el 30 de diciembre de 2015.
Sr. Director,
Luego de la condena a los responsables del desastre de Once es fácil decirlo y cuando se suelta la frase condenatoria todos asienten, nadie niega lo que es evidente. Pero no siempre fue así, tuvieron que pasar tragedias como la mencionada o la de Cromañón para que la frase adquiera la dimensión que siempre debió tener. Aún en estos tiempos solo se la asocia a estos desgraciados eventos pero, no hay que pasarlo por alto, todos los días muere gente por el mal estado de las rutas, por la corrupción policial o judicial, por hospitales con carencias básicas, por la falta agua potable que no llega, por cloacas que no se hacen o por obras hídricas que no se completan. El fallo pone en evidencia que cada muerte tiene responsables por omisión o por comisión, funcionarios y empresarios que se visten de parca. Hoy queda claro, no quedan dudas: La corrupción mata.