Enviada el 29/11/2015
El presidente electo asumirá el 10 de diciembre con la FAA prácticamente sin aviones de combate, solo con un puñado de A4 caros, difíciles de mantener, sin armamento y con el tiempo agotado, sin un solo caza de superioridad aérea. La situación no admite dilaciones y requiere un plan de largo plazo para recuperar, parcial o totalmente, las capacidades que requieren proteger nuestros cielos y para para permitirle a nuestra FAA hacer lugar al mandato fundacional de “proveer a la defensa común”. Desde el punto de vista del rédito político es una oportunidad única para el gobierno entrante de mostrar logros y determinación allí donde el gobierno saliente no hizo absolutamente nada. Al mismo tiempo otorga una inusual libertad de planeamiento dado que se parte de cero, lo que a su vez permite diseñar el corto, mediano y largo plazo "a piacere". El nuevo gobierno y FAA deben diagramar un fuerza que apunte decididamente a la tecnología y a las amenazas del siglo XXI para proteger como se debe nuestros intereses y derechos.
Lic. José María Condomí Alcorta