martes, 1 de marzo de 2005

"Entre la voluntad y el poder.", publicada en marzo de 2005.

Publicada en Cartas de Lectores - Marzo 2005

Sr. Director:

He leído con atención la nota “Kirchner, entre su voluntad y el deber” en donde se expone con claridad sobre los desatinos, desplantes, descortesías y falta de preocupación del Presidente por el protocolo de estado. Al respecto, quisiera agregar que, al asumir la Presidencia, Néstor Kirchner debió tomar conciencia de que para una enorme cantidad de situaciones de la vida diaria dejaba de ser un ciudadano más. Asumió como Presidente de la República Argentina y por lo tanto perdió, para las situaciones antes mencionadas, la calidad de representarse a si mismo, de ser un mero individuo cuyas acciones tienen solo consecuencias para si y, eventualmente, para quienes lo rodean. Cuando deja plantado a un empresario global, a un presidente de estado o a un rey, somos todos nosotros los que cometemos esa falta y las consecuencias pueden ser de orden estratégico para todos los ciudadanos de país. Aún actitudes menores que pudieran parecer intrascendentes para los ojos de los legos se transforman en “temas de estado” cuando quién las lleva a cabo frente a actores estratégicos es un presidente, máximo representante del estado que preside. Pero más grave aún, cuando expone innecesariamente su seguridad en cuanta oportunidad tiene, no solo se expone a si mismo a la probabilidad de sufrir un atentado, somos todos nosotros sufriríamos el atentado y sus consecuencias políticas, económicas y sociales. En síntesis el deber del Sr. Presidente es cumplir con las obligaciones que le impone el cargo y cuidarse porque así nos cuida a todos.

José María Condomí Alcorta